Domingo 30 de Septiembre de 2007. Amenaza lluvia en el polígono industrial de Tres Cantos, cuatro valientes (Jesús, Juanjo, Jorge y yo) madrugan para ver a Alonso en Fuji, perdón, para recorrer los cuarenta kilómetros (que serán cincuenta) de la marcha organizada por el Corte Inglés con motivo del Festibike 2007. Llegamos prontito para recoger los dorsales que una guapas chiquitas nos tenían preparados. Nos apuntamos a la ruta corta de 40km, la de 80km. nos pareció excesiva. Con la inscripción (18¤) entregaban un maillot. Como no acertaron con las tallas aprovechamos que no había mucha gente y conseguimos cambiarlos. Si es que eran mu majas. Jorge iba sin pre-inscripción y la acabó pagando, aunque, eso sí, sin suplemento. Como se quedaron sin maillots, para su disgusto, le acabaron dando unos guantes y unos calcetines. Pero no sólo eso, al final consiguió el codiciado maillot de alguien que lo perdió por el camino. Hizo un completo, vamos.
Según los dorsales había más de dos mil participantes que nos apretujamos varios cientos de metros detrás de la salida. Salimos desde la zona del festibike y continuamos hacia las afueras de Tres Cantos, pasando por Soto de Viñuelas hacia San Agustín de Guadalix. La ruta no fue muy dura, más bien llanita con subidas cortas pero empinadas donde se formaron los consabidos tapones. Realmente, sólo hubo una subida más larga y dura donde se pudo comprobar que había cantidad de gente con bicis cojonudas pero no tantas piernas. Una vez coronada esa subida de varios kilómetros tuvimos una bajada corta pero interesante que después de una subida imposible desembocó en el primer avituallamiento. Las comparaciones son tan odiosas como inevitables: donde estén los avituallamientos de nuestra querida ciclomontañada que se quiten todos los demás. Con una botellita de agua y una barrita nos tuvimos que conformar (y eso que el principal patrocinador es El Corte Inglés).
Poco después vino el tramo que, junto con la anterior subida, justificó la salida de ese día: una trialera, no muy complicada pero tremendamente divertida, de esas que crean afición y terminas el trazado con una enorme sonrisa de crío pequeño. Es una pena que hubiese tanta gente que se bajase y la hiciese a pie. Lo que decía antes, mucha bici...
Tuvimos un segundo avituallamiento no demasiado lejos del primero y en éste sí que nos dieron bebida isotónica o agua con más barritas.
El resto de la ruta fue muy tranquilo y llano, incluso por asfalto unos cuantos kilómetros. Juanjo acabó pasándolo un poco mal ya que le dieron calambres en las piernas y en cuanto forzaba un poco reaparecían. La llegada se le hizo interminable.
En este punto, diré que el arco de meta estaba a las afueras de Tres Cantos. Allí, en medio del campo (sin nada de gente aplaudiendo ni esperando en la llegada) nos quitaron los dorsales, nos dieron los tiempos y tuvimos que pedalear unos cuanto kilómetros más hasta llegar al recinto del Festibike y a los coches. Un poco frio todo.
En fin, como fuimos a montar en bici, a ver el ambientillo y a conocer un poco aquella zona, pues no estuvo mal. Además no nos llovió y nos hizo una temperatura cojonuda.
Lo siento por los que se lo perdieron. Hasta la próxima ;-)
Según los dorsales había más de dos mil participantes que nos apretujamos varios cientos de metros detrás de la salida. Salimos desde la zona del festibike y continuamos hacia las afueras de Tres Cantos, pasando por Soto de Viñuelas hacia San Agustín de Guadalix. La ruta no fue muy dura, más bien llanita con subidas cortas pero empinadas donde se formaron los consabidos tapones. Realmente, sólo hubo una subida más larga y dura donde se pudo comprobar que había cantidad de gente con bicis cojonudas pero no tantas piernas. Una vez coronada esa subida de varios kilómetros tuvimos una bajada corta pero interesante que después de una subida imposible desembocó en el primer avituallamiento. Las comparaciones son tan odiosas como inevitables: donde estén los avituallamientos de nuestra querida ciclomontañada que se quiten todos los demás. Con una botellita de agua y una barrita nos tuvimos que conformar (y eso que el principal patrocinador es El Corte Inglés).
Poco después vino el tramo que, junto con la anterior subida, justificó la salida de ese día: una trialera, no muy complicada pero tremendamente divertida, de esas que crean afición y terminas el trazado con una enorme sonrisa de crío pequeño. Es una pena que hubiese tanta gente que se bajase y la hiciese a pie. Lo que decía antes, mucha bici...
Tuvimos un segundo avituallamiento no demasiado lejos del primero y en éste sí que nos dieron bebida isotónica o agua con más barritas.
El resto de la ruta fue muy tranquilo y llano, incluso por asfalto unos cuantos kilómetros. Juanjo acabó pasándolo un poco mal ya que le dieron calambres en las piernas y en cuanto forzaba un poco reaparecían. La llegada se le hizo interminable.
En este punto, diré que el arco de meta estaba a las afueras de Tres Cantos. Allí, en medio del campo (sin nada de gente aplaudiendo ni esperando en la llegada) nos quitaron los dorsales, nos dieron los tiempos y tuvimos que pedalear unos cuanto kilómetros más hasta llegar al recinto del Festibike y a los coches. Un poco frio todo.
En fin, como fuimos a montar en bici, a ver el ambientillo y a conocer un poco aquella zona, pues no estuvo mal. Además no nos llovió y nos hizo una temperatura cojonuda.
Lo siento por los que se lo perdieron. Hasta la próxima ;-)
Tucan
