Como siempre cuando
quisimos salir ya íbamos con retraso. Que si unos no llegan, que si cuando
llegan tienen los deberes sin hacer... LO DE SIEMPRE, vamos... QUE SOMOS
ANIMALES DE COSTUMBRES...¡¡¡¡¡¡¡¡
Cuando yo llegué al punto
de encuentro hacia fresco, pero cuando quisimos salir el sol brillaba ya en
todo lo alto y comenzaba a pegar con fuerza. Eso sí, la lluvia de días
anteriores había preparado el terreno dejándolo húmedo, untuoso y pegajoso, con
unos charcos como piscinas. Esto en un terreno que según decía el Ingeniero (el
autentico para la ocasión, EL CHULE) chupaba muy bien el agua... menos mal,
copón¡¡¡¡¡
Nos pusimos en marcha los
diez asistentes al evento... si, DIEZ, y eso que tenemos a la mitad de la
cuadrilla hecha unos zorros. Como novedad, los reincidentes del Comendo G y
Angel, primo del CHULE que apunta que nos acompañará mas veces. Una hora
después habíamos conseguido hacer la friolera de seis kilómetros, y dos horas
después doce... el ritmo era infernal llegando a partir una cadena en medio de
una ascensión. Parada técnica, reparación y a seguir subiendo. El que suscribe
iba con la mirada fija en las piedras para sortearlas y en las mierdas de vaca
con el mismo fin. De pronto y sin previo aviso me encontré en el suelo sin
saber que coño había pasado. La caída, que duraría en total una fracción de
segundo, como todas, recuerdo vivirla muy lentamente. En esa fracción de
segundo pensé: Uuuuyyhh, que pasa??? Hostias, tanto mirar al suelo me he
atizado con una encina, seré gilipollas...¡¡¡¡ Ahora a ver donde caes, con
tantas mierdas como hay aquí... a ver... mano derecha un poco mas adelante que
sino cae en to el zurullo. Mano izquierda... cuidado... ahí está bien... y a
rodar en ese hueco, que está lleno de piedras pero mejor eso que no lo otro,
joder¡¡¡¡ Total, dos raspones leves y ni un zurullo aplastado... orgulloso de
mi mismo quedé, si no fuese por no haber visto la encina de los cojones.
JotasTim y BAD hermanados. |
Atravesamos esa finca
llena de vacas, esos establos llenos de mierda, esos costarrones imposibles y
en ese punto decidimos parar para tomar aliento y comernos las barritas
reponedoras. Sudábamos como bestias, estábamos todos hiperventilando como si
allí no hubiera oxigeno. Y nada mas lejos de la realidad. Estábamos en un
encinar impresionante, enorme. Estábamos en to lo alto. Habíamos conseguido
llegar a la Ermita, punto crucial donde se para a almorzar si o si. El estado
del terreno, blandito, blandito, el calor del mediodía, la interminable
ascensión... todo esto minó nuestras fuerzas y llegamos a este punto ya reventados.
Habitualmente desde el comienzo de la ruta hasta este punto pica parriba que da
asco y a partir de aquí pabajo que da miedo. Pues en esta ocasión no. El
Ingeniero ha dado con un senderito para bajar que le ha gustado sobre manera y
para cogerlo debemos subir aún mas... así como lo peor. Todo lo subido es na...
o casi na... mas parriba y mas parriba... y allí aparecieron..., como una
alucinación..., como si hubiéramos quedado con ellos en ese punto..., los
chicos de Daganzo, los BAD. Parada larga para saludos, fotos, risas, anécdotas,
que nos vinieron muy bien para descansar un rato después de tanta subida. Nadie
decía nada de irse... ni yo¡¡¡¡ y eso que íbamos con retraso.
Al final nos pusimos de
nuevo en marcha para afrontar ese dichoso senderito con piedras imposibles,
saltos inauditos, surcos de enormes dimensiones donde unos disfrutaron, otros
sufrimos y EL CENTELLA beso el suelo fastidiándose un poco mas su maltrecho
rodillo.
Continuamos hora
subiendo, hora bajando, lo que viene siendo, para finalmente afrontar la bajada
a la impresionante cascada (cuando hay agua, claro) que el KAMIKAZE dice haber
encontrado la trazada para bajarla entera... IMPOSIBLE¡¡¡¡¡¡
Otra parada técnica para
contemplar el bello paisaje y arreglar el ruedo de Juis que ha arrancado el
pitorro de inflar de la cámara como si fuese papel... bajando, claro¡¡¡¡
Al final, un tramo sin
hacer, debido, no a los retrasos acumulados, que están previstos por el
Ingeniero, sino a los originarios de los insolidarios que confiesan encima que
han estado desayunando tranquilamente ahí al lado, vamos queeeeee¡¡¡¡¡¡
Unas cervezas que te
quitan el sentido para finalizar la jornada, que hemos disfrutado tremendamente
como es habitual... pero las de JANTONIO están mas frias¡¡¡¡¡¡
Gracias mostros, por estos ratos...