Y volvimos a hacer una clásica como es la de Valmayor a la Silla de Felipe II.
Allí, en el embarcadero de Valmayor, nos juntamos cuatro JOTAS (los que quedamos) para pegarnos la paliza dominical. Sol radiante, con ligero viento al comienzo, que junto a la humedad reinante en el pantano, hacia un tanto desapacible los primeros compases de la ruta, mejorando después paulatinamente.
El Maestro ejerciendo de el Ingeniero, por su ausencia. El Centella ejerciendo de el Maestro con una bicicleta guarra, guarra, como no se la hemos visto nunca (la bici). Edu ejerciendo de cualquier Specializer por sus averías en su Mondraker y Javi Rivas ejerciendo de el Kamikaze preguntando toda la ruta por los senderos rápidos... que a ver cuando llegan. Todos con los papeles cambiados.
Me incorporo a la 505 y el coche de delante es el de Edu. Avanzamos y cogemos a Agus. Y cuatro coches mas atrás Javi Rivas... eso es puntualidad... los cuatro juntitos llegamos al embarcadero y cinco minutos después... YA ESTAMOS EN RUTA!!!!! Admirable!!!!! Ni a quejarme me dio tiempo.
Comenzamos serpenteando junto al pantano, a buen ritmo, rememorando momentos de años anteriores. Aquí Miguel abandonó a los JOTAS durante tres o cuatro años tras meterse dos o tres castañazos en 10 metros.
Cruzamos el río. Iba crecidito y los troncos allí dispuestos para tal menester cada vez están mas viejos, mas estropeados y cada vez es más difícil cruzarlo, pero lo cruzamos. Por cierto que había atasco. Entre los que íbamos y los que venían, nos juntamos allí un montón de gente para pasar por los mismos troncos. Muy machacados los tenemos.
La ascensión hacia Zarzalejo la acometimos sin aspavientos y sin percances digno de reseñar, salvo que íbamos recordando también los múltiples sitios por donde parábamos en ediciones anteriores... anda!!!! Aquí parábamos antes a tomar barritas. Coño, pues aui también. Pues si acabamos de salir, que mataos!!!! ja,ja,jaaa...
Pasado Zarzalejo, tras ascender a lo mas alto, y al comienzo de la trialerita corta pero divertida que hay allí, Edu rompió la patilla del cambio de su SMIERDAMONTRAKER, al impactar con una piedra. Esto nos retuvo allí un buen rato desmontando el cambio trasero y redimensionando la cadena para poder continuar la marcha. En estas condiciones acometió el resto de la ruta el tío, la mitad aproximadamente, sin cambio trasero, en una marcha media, sufriendo en las subidas y dando pedales como un poseso en las bajadas... y aguantando el tipo como un campeón, que todo hay que decirlo.
En este momento el track de los JOTASTIM se va hacia un recorrido inusual. Sabiendo nosotros que era por otro sitio, hacemos caso omiso al GPS y decidimos tirar por nuestra cuenta y riesgo sin línea a seguir en la pantalla... miedo, miedito me iba entrando, pero llegamos sin problemas a la Silla de Felipe II... o a nuestra Silla de Felipe II, que hasta este momento Agus no se había enterado de que la Silla auténtica esta un poco mas abajo.
Bajamos como auténticos profesionales hasta El Escorial para reencontrarnos con la línea del track y poner rumbo hacia el trazado mas sinuoso, el trazado mas rápido, el trazado mas divertido y el trazado mas esperado por Javi Rivas... mira que le gusta este trozo!!!! A tope fuimos de regreso a Valmayor, como si nos esperase una cerveza en los coches o algo así. No sé porque, pero cuanto más cerca estamos de los coches, mas corremos.
Había agua, mucho agua. Salvamos riachuelos, charcos, charquitos y supercharcos para aburrirnos. Mención especial al charco Miguel (que así ha pasado a denominarse) que allí estaba esperándonos para empaparnos los pies sin remisión, dada su profundidad. Pero lo sorteamos también. Llegamos, lo que viene siendo, con los pies empapados. Todos menos Agus que como lleva no sé que fanfarrias para protegerse del frío y del agua, también se le empaparon, ja,ja,jaaaa.
A la una en punto en los coches, como debe ser. Cervecitas y pa´casa
El Maestro
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