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sábado, 27 de marzo de 2010
viernes, 19 de marzo de 2010
19-03-2010. Via Verde Morata
Bueno, pues al
final me hicieron caso y fuimos a la via verde del Tajuña. Para el que no lo
conozca, como es el caso de Carlos, es un carril bici, todo asfalto y 60 km . de distancia
aproximadamente, pero en el km. 40 mas o menos, se abre un ramal que se llama
el tren de los cuarenta dias, con un recorrido de 14 km que te llevan hasta
Estremera. Perfil suave, pero hay que tener cuidado de hasta donde vas, ya que
luego hay que volver y uno se lia a hacer km. y le puede pasar lo que a mi, que
me fuí un día hasta Estremera en verano y a la vuelta me quedé sin agua y con
un monton de km. en las piernas. Nunca había sufrido tanto sobre la bici y como
ya os he dicho el perfil es suave, si llega a ser duro palmo.
Va una pequeña crónica de ayer.
Y ayer se juntaron tres magníficos del MTB, como son Jesús, Jorge y Jantonio para recorrer con sus máquinas la vía verde del Tajuña. Mañana inmejorable para pedalear y disfrutar del paisaje. Día nublado y 15º grados aproximados de temperatura. Habian quedado en la gasolinera del km. 19 de la carretera de Valencia y desde alli se dirigieron al principio de la ruta, que se encuentra debajo del hospital de Arganda, segunda salida a Arganda de dicha carretera. El señor Jorge se presentó con el Volvo de la federación madrileña de ciclismo y en el grupo solo faltó Contador, que no acudió a la cita por si le mojaban la oreja. Como siempre, había una multitud de mujeres para ver la salida de la ruta y Jorge se tuvo que poner un chubasquero rojo y grande para que no le reconociesen y funcionó. Parecía Caperucita.
Comenzaron la ruta y hasta el km. nueve era subida, con poca pendiente, pero subida. A los lados, según iban subiendo, cientos de almendros en flor iban adornando el camino, el cual se encontraba muy apto para el amor y la poesía. Si llega a ir alguna mujer de las que dejaron en el aparcamiento, otro gallo habría cantado.
Rápido Jorge pegó el primer tirón sin importancia, ya que a los cinco minutos estaba neutralizado. Al final de la cuesta pasaron por la alambrada de una fábrica de cemento gigantesca, unas fotitos y bajada de unos siete km. hasta Morata de Tajuña. A mitad de bajada hay un mirador desde donde se ve el valle del Tajuña, lo que es un área de descanso con unas mesas y unos aparcamientos para bicis muy bien cuidado. Continuaron el descenso y es curioso ver el cambio de asfalto que hay en el carril bici cuando se llega a Morata, ya que hasta este pueblo está impecable, pero a partir de aquí, el asfalto está todo rajado y sin pintar ( se ve en las fotos ). Llegada a Morata y cafetito y cervecita en la plaza del pueblo. Jantonio no quiso cerveza y Jorge quería inmortalizar el momento, grabando esas palabras en un vídeo con el movil. Se echaba las manos a la cabeza, sus orejas no daban crédito a lo que estaba escuchando.
Después del alto en el camino, reanudaron la marcha con dirección a Perales de Tajuña, esto más que una ruta de bici, parece un documental de Labordeta. El camino era todo llano, con pequeños toboganes, daros cuenta de que por aquí pasaba el tren de Arganda cargado de remolacha, que plantaban por toda la vega, con dirección a Madrid y con la bici se puede ir casi todo el recorrido rondando los 30km/h. Llegada a Perales y a las afueras un pimball de esos que se lian dos grupos de amigos a tiros. Vaya un juego más gilipollas. Como bien dijo Jorge, " yo eso lo dejé a los once años ", pero bueno, si a ellos les gusta....
Y es aquí donde dieron la vuelta, debajo de un puente de la carretera de Valencia en el pueblo de Perales, cuando los cuentaquilometros marcaban 27km. Empezó a caer un poco de lluvia y fué bastante agradable, ya que levantaba el olor del campo y era como estar en el pueblo con las vacas y tö.
Y la vuelta mas de lo mismo, pero sin café, ni cerveza, ni barrita. Dolor increible de culo de los tres integrantes del equipo, ya que hacía un mes que no montaban y bajaban hacia los coches sin saber como ponerse encima de la bici.
Llegaron a los coches como lobos muertos de hambre y rápido se hicieron cargo de la tortilla, el jamón, el chorizo, el salchichón, el queso, las sardinas, el pan, el vino, la cerveza y porque no había café y tarta, que seguro habrian pasado la lengua por el plato.
Que sepais que se ha puesto de moda una cosa y es que cuando te adelantan, te llevas una colleja en el casco que te ponen la visera en la nariz. De esta manera, o te quedas el último o das pedales sin conocimiento. Jorge se llevó una, que dió con los dientes en el manillar.
Otra cosa que me he dado cuenta al ver las fotos de la ruta. Jorge dice que lo de los disparos lo dejó a los once años, pero, ¿ Os habeis fijado en las fotos ? En casi todas sale haciendo alguna gilipollez, igual que la mayoria de nosotros cuando eramos pequeños me imagino, pero Jorge cojones, que ya tienes una edad. Cuanto juego das para poder escribir las crónicas y meterme contigo, so gilipollas, que no te lo había llamado todavía. Y tu Jesús, este fin de semana te has librado, no te has llevado ningún vete a tomar por culo. A la próxima te toca doble.
Bueno, espero alegraros un ratillo y los que no conoceis la via verde, os lo imaginais un poco. Saludos.
Y ayer se juntaron tres magníficos del MTB, como son Jesús, Jorge y Jantonio para recorrer con sus máquinas la vía verde del Tajuña. Mañana inmejorable para pedalear y disfrutar del paisaje. Día nublado y 15º grados aproximados de temperatura. Habian quedado en la gasolinera del km. 19 de la carretera de Valencia y desde alli se dirigieron al principio de la ruta, que se encuentra debajo del hospital de Arganda, segunda salida a Arganda de dicha carretera. El señor Jorge se presentó con el Volvo de la federación madrileña de ciclismo y en el grupo solo faltó Contador, que no acudió a la cita por si le mojaban la oreja. Como siempre, había una multitud de mujeres para ver la salida de la ruta y Jorge se tuvo que poner un chubasquero rojo y grande para que no le reconociesen y funcionó. Parecía Caperucita.
Comenzaron la ruta y hasta el km. nueve era subida, con poca pendiente, pero subida. A los lados, según iban subiendo, cientos de almendros en flor iban adornando el camino, el cual se encontraba muy apto para el amor y la poesía. Si llega a ir alguna mujer de las que dejaron en el aparcamiento, otro gallo habría cantado.
Rápido Jorge pegó el primer tirón sin importancia, ya que a los cinco minutos estaba neutralizado. Al final de la cuesta pasaron por la alambrada de una fábrica de cemento gigantesca, unas fotitos y bajada de unos siete km. hasta Morata de Tajuña. A mitad de bajada hay un mirador desde donde se ve el valle del Tajuña, lo que es un área de descanso con unas mesas y unos aparcamientos para bicis muy bien cuidado. Continuaron el descenso y es curioso ver el cambio de asfalto que hay en el carril bici cuando se llega a Morata, ya que hasta este pueblo está impecable, pero a partir de aquí, el asfalto está todo rajado y sin pintar ( se ve en las fotos ). Llegada a Morata y cafetito y cervecita en la plaza del pueblo. Jantonio no quiso cerveza y Jorge quería inmortalizar el momento, grabando esas palabras en un vídeo con el movil. Se echaba las manos a la cabeza, sus orejas no daban crédito a lo que estaba escuchando.
Después del alto en el camino, reanudaron la marcha con dirección a Perales de Tajuña, esto más que una ruta de bici, parece un documental de Labordeta. El camino era todo llano, con pequeños toboganes, daros cuenta de que por aquí pasaba el tren de Arganda cargado de remolacha, que plantaban por toda la vega, con dirección a Madrid y con la bici se puede ir casi todo el recorrido rondando los 30km/h. Llegada a Perales y a las afueras un pimball de esos que se lian dos grupos de amigos a tiros. Vaya un juego más gilipollas. Como bien dijo Jorge, " yo eso lo dejé a los once años ", pero bueno, si a ellos les gusta....
Y es aquí donde dieron la vuelta, debajo de un puente de la carretera de Valencia en el pueblo de Perales, cuando los cuentaquilometros marcaban 27km. Empezó a caer un poco de lluvia y fué bastante agradable, ya que levantaba el olor del campo y era como estar en el pueblo con las vacas y tö.
Y la vuelta mas de lo mismo, pero sin café, ni cerveza, ni barrita. Dolor increible de culo de los tres integrantes del equipo, ya que hacía un mes que no montaban y bajaban hacia los coches sin saber como ponerse encima de la bici.
Llegaron a los coches como lobos muertos de hambre y rápido se hicieron cargo de la tortilla, el jamón, el chorizo, el salchichón, el queso, las sardinas, el pan, el vino, la cerveza y porque no había café y tarta, que seguro habrian pasado la lengua por el plato.
Que sepais que se ha puesto de moda una cosa y es que cuando te adelantan, te llevas una colleja en el casco que te ponen la visera en la nariz. De esta manera, o te quedas el último o das pedales sin conocimiento. Jorge se llevó una, que dió con los dientes en el manillar.
Otra cosa que me he dado cuenta al ver las fotos de la ruta. Jorge dice que lo de los disparos lo dejó a los once años, pero, ¿ Os habeis fijado en las fotos ? En casi todas sale haciendo alguna gilipollez, igual que la mayoria de nosotros cuando eramos pequeños me imagino, pero Jorge cojones, que ya tienes una edad. Cuanto juego das para poder escribir las crónicas y meterme contigo, so gilipollas, que no te lo había llamado todavía. Y tu Jesús, este fin de semana te has librado, no te has llevado ningún vete a tomar por culo. A la próxima te toca doble.
Bueno, espero alegraros un ratillo y los que no conoceis la via verde, os lo imaginais un poco. Saludos.
jantonio
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