La tónica del día fue esa... Chule buscando siempre el “lado oscuro” y los demás detrás de él cómo corderitos temerosos, la verdad que los Talibanes vamos evolucionando porque pasamos por todos los mismos sitios que él, eso sí más lentos y apoyando algún que otro pie en el suelo, pero lo más importante que lo hicimos sin bajarnos de la bici, bueno eso no es todo cierto, que alguno se bajó de la bici cómo quiso... tres hostias que me calcé cómo tres panes, jajaja... pero sin consecuencias.
La anécdota del día la puso un biker que nos dio toda una lección de cómo bajar, el cabrón bajó porla trialera más chunga que hay en El Pardo y que nunca la hemos hecho por su alta peligrosidad, hay precipicio a izquierda y a derecha, tiene un desnivel importante y además está llena de grandes surcos, pues el tío fue capaz de parar la bici en mitad de bajada y de pegar saltitos con la rueda delantera y con la trasera para cruzar por todos los surcos... un crack, y para colmo había una chavalita con él que se atrevió con la bajadita, nosotros nos quedamos observando desde arriba con cara de admiración... una crack que tenía más cojones que nosotros, la aplaudimos y luego ella nos animaba a nosotros a que bajásemos... dijimos no, no otro día que hoy tenemos prisa y salimos de allí con el rabo entre las piernas... nos dejó la moral por los suelos, en realidad nos dimos cuenta que somos unos mindundis de esto del mtb... ¡pero cuanto intrusismo!, pensaría la chavala... jajaja.
Centella |
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