domingo, 28 de septiembre de 2014

28-09-2014 Vuelta al Cerro San Pedro


COLMENAR - GUADALIX - MIRAFLORES
Punto de encuentro: Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, Colmenar Viejo.
A la hora señalada no había allí ni un alma...
Amaneció el día cubierto, muy cubierto y cuando me levante lo único que pensé al verlo fue “pa´que voy...” pues pa´lla que fuimos. En la sierra mas nublado aún, amenazando lluvia por norte, sur, este y oeste. Imposible librarnos.
Pensábamos Miguel y yo, cuando llegamos, que tol´mundo se había rajao viendo los nubarrones, pero no. Al fondo vislumbramos una caravana de coches que venía por el horizonte, escondidos por el cambio de rasante, y eran ellos, todos juntos... Un total de nueve JOTAS nos dimos cita allí en una jornada histórica de hermanamiento entre los JOTASTIM, los JOTASTIM XTREM y LOS JOTASTIMTIMTIM... los de la chaquetilla roja.

Con el retraso habitual (ya no es noticia) comenzamos. Quedamos a las 8.45h para, con el retraso, puesta a punto de máquinas y esas cosas, salir a las 9.00h, que como ya nos lo sabemos se retrasa todo otro cuarto de hora. Total, salida a las 9.15h. Ya si eso vamos quedando a las 7.00h para salir a las 12.00h, mas o menos, que tampoco hay que ser quisquillosos, se puede salir a las 12.30h.

La ruta prometida tenía un total de 45Km, haciéndose en cuatro horas con la gorra, en plan tranqui. Cinco si vamos silbando y seis silbando y con averías. Pues ese era el ritmo que llevábamos, silbando y con averías, muuuchas averías.

La ruta en cuestión discurre por buenos caminos, anchos, con subidas mas o menos pronunciadas, bajadas sosas, mas piedras, menos piedras, esas cosas, pero cuando se cogen los Special Tracks la cosa cambia radicalmente. Todos los que cogimos eran iguales. Empiezas bajando moderadamente sobre un suelo mas o menos rugoso que se deja. Vas cogiendo velocidad suavemente, como para incitarte a dejar la bici suelta y de pronto zas...!!!! aparecen los melones sueltos, enormes, tos juntitos por todo lo ancho de la trazada. Y los saltos imposibles, y todas esas cosas que os encantan, pero que yo no las disfruto tanto sencillamente porque no sé. En uno de estos saltos, nuestro intrépido Ingeniero (Chule) quedo rodando sobre la rueda delantera un buen rato, quedando la rueda trasera levantada, y él, en equilibrio inestable, con riesgo inminente de revolcón. Al final no volcó, la posición de la bici pasó a natural, con las dos ruedas apoyadas y no pasó nada, afortunadamente, pero apunto estuvo.

Las averías comenzaron a aparecer desde los instantes iniciales. Que si pierdo aire en una rueda, que si mira a ver esto que no sé yo, que si esto no va bien, que este sillín no sé si sube o baja... cosas de poca monta que fuimos solventando fácilmente pero que indudablemente fueron minando el ritmo que llevábamos. Y de pronto comenzaron los problemas serios... que si el no sé que del cambio trasero, que si la leche de la suspensión, que la tija se sube, que si se me ha salido la junta de la culata, que si el pistón no inyecta. Yo que sé. Unos problemas muy serios que si no llega a ser por la asistencia en ruta que llevamos (Chule y Jorge) allí seguíamos, en medio del monte y sin posibilidad de volver. Lo sorprendente fue que todas las reparaciones se hicieron con mucha habilidad por parte de los mecánicos y con bridas de todos los tamaños y colores... y cuando eran cortas pues se empalmaban dos.

Entre localiza, desmonta, arregla, vuelve a montar y demás historias, ni que decir tiene que el tiempo se nos echaba encima. A las 12.30h estábamos a una distancia considerable del punto de partida y con una bicicleta desmontada con el amortiguador trasero colgando. Una pieza, no sé como coño se llamaba, se había salido de su posición e impedía dar pedales. No era SMIERDALIZED, todo hay que decirlo, pero lo parecía. Obviamente recortamos la ruta por obra y gracia del Ingeniero, que no me canso de decirlo, da gusto llevarle en el grupo, menos mal que está. Paralelos a la vía del tren, por la que no pasó ni uno solo, y atravesando túneles, partimos de la estación de Miraflores y conseguimos recortar de manera que a las 13.50h llegábamos a los coches para homenajearnos con las cervezas de rigor. Más rápidas que de costumbre, por el retraso, pero que nos supieron a gloria bendita. No obstante, que sepas JANTONIO, que se echan de menos tus MAHOUS extrafrias... bueno... y a ti también.

Total 40 Km recorridos, tarde en los coches pero sin mojarnos en toda la mañana... justo, justo lo imprevisto.

MORALEJA: siempre hay que llevar BRIDAS que a mí ya se me han acabado. Voy a por mas...
el Maestro.




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