Puesto que los grandes cronistas(Juanjo,
Antonio y Carlos) no han podido asistir esta mañana y Agus estará intentando
meter aceite en el freno trasero o limpiando la bici, me atrevo a contar algo
de lo acontecido esta mañana.
A las 8,30 estábamos en la gasolinera
Jorge, Agus, Javi y Miguel. Partimos al punto de encuentro en El Escorial y
según nos acercamos se pone todo negro y empieza a llover, llover y mas llover,
¡joder como llovía!.
Llegan al punto de encuentro Jesús y
Luis, todos a resguardarnos al portón de la furgo de Agus. Javi comenta que EN
RIVAS NO HAY NI UNA NUBE Y HACE UN SOL IMPRESIONANTE. Miramos la posibilidad de
ir a Galapagar (que no llueve) y hacer otra ruta. Se consultan las nuevas
tecnologías y estas dicen que de 10 a 13 Horas no llueve, a esto que deja de
llover y se decide (con mucho miedo) que salimos.
A las 9,45 H. salimos a explorar nuevos
caminos (por decir algo) Hierva de medio metro de altura y totalmente mojada,
eso sí la estampa y el color verde era precioso. Con los pies calados volvemos
al camino, donde a Luis se le clava en la rueda un palo en la rueda (se hizo
foto del pincho) paramos a arreglarlo y continuamos la marcha ya con bastante
retraso sobre el horario previsto.
Subimos por un sendero en medio de un
bosque muy bonito, que hace una especie de zetas, y en cada curva alguno(y no
digo quien) tenía que poner el pie en el suelo entre el desnivel y las raíces
mojadas que sobresalían dos palmos por lo menos. Terminamos las zeta y seguimos
subiendo ya por una pista asfaltada, las vistas son impresionantes, se ve todo
Madrid.
Llegamos arriba, paramos para tomar la
barrita, saca Jorge el chorizo y la barra de pan, que valor, que mérito subir
el almuerzo hasta Abantos y que bien sienta. Para la próxima que Javi lleve la
bota de vino que es lo que nos faltaba y así no nos saca tanta distancia en la
subida.
Es tarde y chule comenta que mejor no
subir al pico y dejarlo para otra ocasión(aplauso general para Chule). Pero
seguimos subiendo, esto no acaba, y enseguida bajamos por unas sendas hasta el
bar del cruce de la cruz verde donde están los moteros, nos ven como
especímenes raros, vehículo con dos ruedas “y no tiene motor”. Bajamos hasta los coches por sendas
estrechas, con mucha pendiente y bastantes piedras, pero bajamos montados.
A la 13,30 H. estamos en los coches,
donde empieza el segundo tiempo(el ágape).
En síntesis, ruta muy dura, técnica y
muy bonita. Hecha a medida de un JOTA.
Miguel
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