Yendo hacía El Escorial nos encontramos con un montón de coches por la carretera “con las bicis acuesta” lo que delataba que había alguna carrera de mtb por allí cerca y que no íbamos a ser los únicos inconscientes que se atrevían a montar en plena ola de frío polar.
A las 9 todos puntuales a la cita, pero.... ¡ohhh...sorpresa si parece que no hace tanto frío!... y apenas hace viento, ¡vamos que en muchos peores días hemos montado!
A las 9:30 tras los típicos saludos y preparativos de rigor nos ponemos en marcha 5 valientes JotasRaiders: Chule, Jorge, Luis, Felipe, Rober y un aprendiz a ello: Agus.
Al intentar pasar montado por un charco helado primera caída de Jorge, (lo que hacía presagiar la tónica de la jornada).
Luego pasamos por una finca privada en donde hay un perro suelto con muy malas pulgas, pues ná, siguiendo el refrán de perro ladrador poco mordedor allí que saltamos la valla delante de los dientes del perraco, que según Jorge sólo mordía al que más miedo tenía..., todos miramos a ver si venía Juanjo pero no, no estaba, el Maestro estaría haciendo sus labores en casita too calentito, ¡el muy jodio!, me refiero al perro, sólo se acercaba a morder al que se quedaba el último y sólo!... pues eso avanzando en formación de tortuga cómo los romanos, toos juntitos y despacito pudimos salir de ahí sin llevarnos un bocao.
Rober que acababa de pasar por el taller para que le hiciesen una revisión general a la cannondale,le han cambiado toda la transmisión y le han puesto una carraca, en cuanto hacía algo de fuerza le empezaba a saltar piñones, cómo él nos dijo son los 200 pavos mas tiraos de su vida! Jajaja… Chule y Jorge intentan ajustar el cambio pero no saben y es que existe muchísimo intrusismo!!!, es cuando Agus con sus amplios conocimientos técnicos observa el cambio (véase la foto) y detecta que tiene una holgura que es imposible de solucionar. A Rober no le queda otra que continuar pero sin forzar, por lo que conecta el molinillo y piensa en positivo para que la avería no vaya a más...
Al poco rato Luis por querer adelantarnos, acorta por campo a través y pincha, volvemos a parar, llevamos media hora y dos averías... ya vamos mal de tiempo, pero que no importa, estamos agustito al solecito y no hay prisas.
Seguimos subiendo hacía las famosas zetas y es cuando volvemos a parar porque Jorge divisa unas estalactitas de hielo que son guapísimas, unas fotos y continuamos.
Una rampa criminal hasta llegar a una puerta, y ya en las zetas, Chule y yo nos quedamos atrás y me dice que siga su rueda y que trate de pasar las raíces y las piedras por dónde él, jajaja… ¡que jodio! Pues eso lo intento pero no lo consigo en varios tramos tuve que poner el pie en tierra y ya en la última curva es dónde me caigo delante de todos para más inri. Unas risas y sin consecuencias. Decir que Jorge, Rober, Felipe y Luis subieron bastante bien, son unos makinas!
Un descanso para coger aire fresco que aún nos queda lo peor, una subida por asfalto con bastante desnivel y con algo de hielo, había que tener mucho cuidado de no resbalar!, por aquí la temperatura sigue siendo agradable estamos a refugio del viento y no hace apenas frío.
La cosa cambió por completo en cuanto coronamos el puerto del Malagón, hacía bastante viento y una rasca que pelaba, la cara de cartón y las puntas de todas las extremidades congeladas, Luis dijo eso de mearnos las manos para que entrásemos en calor pero es que hasta el pitorro de abajo estaba congelado… jajaja.
El paisaje espectacular que recordaba mucho al de la estepa rusa, por lo que paramos para hacer alguna foto.
Una vez llegado al punto máximo de altura sólo tocaba ya bajar, la primera bajada es larguísima por un camino todo lleno de piedras sueltas, en el que sólo hay que preocuparse de sujetar bien la bici, poner el culo atrás y dejarse caer, no había que guiar la bici, las mismas piedras te sacaban y te metían al camino...
El resto de la ruta es sólo de bajada hacía la Cruz Verde por unas sendas que tiene tramos con mucha piedra, y yo sólo intentaba seguir a Felipe, en una que me quedé descolgado me calcé una buena hostia y caí entre dos mierdas gigantes de vaca, por suerte no metí la nariz... y sin consecuencias, mas tarde me entero que el Kamikaze se ha pegao un par de hostias también, me ha salido un duro competidor.
Es lo malo de ir el último que me pierdo los mejores momentos de la jornada! Tuvimos que pasar por algún que otro riachuelo y charco helado por lo que se hacía aún más difícil la travesía. Llegada al bar de los motoristas para hacer una subida dura por medio del monte y pillar una senda de bajada contra peraltada que hacía poner los pelos de punta.
En un pequeño tobogán en curva mi tercera hostia, esta vez a puntito de despeñarme por el barranco a quedarse la cala atascada, menos mal que Felipe me ayudo a desengancharme que sino aún sigo allí.
Reunificacion del grupo para seguir bajando, ya me dolían los dedos de tanto frenar, pero esta vez ya era algo más controlado, a Chule se le bloquea el giro del pedal y se queda con el pedal enganchado en la cala de la zapatilla, jajaja menos mal que le ha ocurrido en un sitio no complicado!, rosca del pedal y apriete... al rato otra vez, menos mal que casi hemos llegado a los coches!
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| Centella |
PD. de la ola de frío ni idea. ¡CHUA!
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Y vivieron felices y comieron perdices...:-)
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