11-11-2012 Hoyo de Manzanares

 "En este mundo traidor nada es verdad ni mentira

todo es según el color del cristal con que se mira" 

                                                                                                         Campoamor

RUTA por “Royo” de Manzanares... o como salir a no montar, cooooñio¡¡¡¡

Grrrrr....

Hoy, Lunes, nos hemos levantado con las afirmaciones a las que ha llegado un prestigioso estudio realizado para conocer los beneficios de montar en bicicleta. Revela el mencionado estudio, que es muy bueno para la salud, para la tonificación muscular, la obesidad, el corazón y las vías respiratorias. Para mantenerse en forma de una manera adecuada y sana. Agus añadiría que es muy bueno incluso para la rodilla. Además, concluye este prestigioso estudio, en que prolonga la vida de los individuos que la practican unos cinco años mas de media. Siendo así y estando avalado por prestigiosos estudios y gente que se molesta en hacer estas cosas, me pregunto yo... ¿por qué nos empeñamos en ir andando?

Cuando Jelete llega a la Estación de Servicio de Las Matas, baja de su flamante bólido... Un silencio sepulcral matiza el entorno. Una leve brisa hace rodar cuatro rulos de paja, que es lo único que encuentra en aquel lugar. Se encuentra en la mas profunda soledad, preguntándose si se habrá desconvocado la quedada sin haberse enterado. De pronto, en el suelo, observa unas huellas de neumático quemado que delatan que alguien estuvo allí. Toma una muestra con su dedo índice para comprobar la textura, el color y el aspecto general. Se huele los dedos impregnados con la muestra, para comprobar su frescura. Tras este exhaustivo estudio, haciendo gala de un profundo conocimiento, llega a la conclusión de que cuatro MAMONES han pasado por allí dos minutos antes. Iban en tres coches, dos blancos y uno granate. Han comprado tres barras de pan y han salido por rueda sin esperarle... manda cojones¡¡¡¡¡

Dos minutos antes, en el punto de encuentro, la mencionada Estación de Servicio, estábamos CUATRO JOTAS CUATRO con una puntualidad digna de elogio... hasta Jorge había llegado temprano¡¡¡¡ Así las cosas, a las 8.30 en punto, estábamos saliendo hacia el punto de partida. No dábamos crédito a tanta puntualidad.

Ya en el punto de partida, móvil en mano y tras el intercambio de palabras cariñosas e improperios varios que no viene a cuento reproducir, pero sí que conviene recordar que siempre vienen desde el mas profundo cariño que nos profesamos, damos las instrucciones necesarias para que TODOS nos reunamos y podamos comenzar a rodar... bueno, lo de rodar es un símil, no debéis tomarlo al pie de la letra.

Agus estrenaba alta tecnología. Se ha comprado unas gafas de sol el tío, donde inserta unas lentes con su graduación personal y así ve todo lo que tiene que ver y no queda deslumbrado en ocasiones por el sol... esta es la teoría. En la práctica las llevó puestas diez minutos y se cogió un globo que le duro toda la mañana. No era capaz de darte la mano sin tocarte el codo primero... vaya punto que llevaba¡¡¡¡

Con tanto lio, una vez nos pusimos en marcha, decido contar a los presentes para saber al final cuantos nos hemos juntado. Uno, dos, tres,... hasta NUEVE consigo contar... y uno de ellos no deja de echar sapos y culebras por la boca. Jorge está discutiendo con él  y ahí voy yo a poner orden... pero ¿qué pasa, hombre...? pregunto. Nada (dice Jorge) este tío, que no quiere que pasemos por aquí. Pero ¿por qué?, pregunto yo y me quedo mirándole... ¿Y tu bici...? pero ¿que llevas ahí...? coño¡¡¡¡ si es una escopeta...¡¡¡¡ Este no es de los nuestros ¿no...? Le dimos las instrucciones precisas para que se fuese a la Estación de Servicio o mas lejos y nosotros (OCHO, definitivamente) continuamos nuestro camino silbando y chillando como posesos porque no era el único que andaba cazando por allí.

Y comenzamos a subir y a subir y a subir. El camino se fue haciendo vereda. La vereda se fue haciendo senda. La senda se fue llenando de piedras. Las piedras se movían como si hubieran cobrado vida. La pendiente se fue haciendo cada vez mas fuerte... y mas... y mas. Acabamos empujando las bicicletas por unas rampas durísimas llenas de piedras y saltos horribles que no hacían presagiar nada bueno. A todo esto cruzábamos riachuelos y riachuelos y mas riachuelos con una soltura inusitada para terminar la ruta con los pies absolutamente empapados. En la subida estuvimos mas tiempo andando que pedaleando. Por fin coronamos en un mirador donde paramos para reponer fuerzas y prepararnos para el descenso. Los números eran desoladores. Tras una hora y media... (pedaleando iba yo a poner¡¡¡¡) andando, que cojones¡¡¡¡ Pues eso, tras una hora y media andando habíamos conseguido hacer la friolera de 10Km. lo que demuestra que efectivamente íbamos andando. Yo iba pensando en nuestro Ingeniero Oficial (er Chule) Lo mismo estábamos subiendo por donde debíamos bajar. Cosa que no me extrañaría porque hacían las veces Jorge y Juis y cuando estos conducen a la manada ya tenemos experiencia de su peligrosidad. Me viene a la mente aquella subida imposible en Moralzarzal donde no les mandamos a tomar por culo porque no teníamos ni fuerzas para hacerlo. El caso es que comenzó el descenso... descenso que hicimos (yo por lo menos) andando también, por supuesto. Pero no era mejor que la subida, no lo estábamos haciendo al revés. La senda a seguir no era tal. Directamente era el curso del riachuelo. Por donde bajaba el riachuelo por ahí bajábamos nosotros también. Excuso decir que si las piedras  en la zona seca habían cobrado vida, en el agua estaban en su salsa. El riachuelo entraba en un surco entre paredes a los dos lados por donde no cabía ni la bicicleta y si el riachuelo entra nosotros también, claro, no sé cómo, pero por ahí pasábamos.

Esa fue la tónica de la mañana: subir por imposibles para bajar por mas imposibles aún. De hecho las tres horas y media que estuvimos montando no nos dieron mas que para hacer 21.5Km una media de escándalo que da fé de lo dura que fue la ruta. Dos collejas se llevó el KAMIKAZE y el juramento de que le vamos a meter un mes entero a dar vueltas por el anillo ciclista y si le rebajamos la condena es para meterle a dar unas vueltas por El Pardo.

 Eso sí. A las 12.30h. estábamos de vuelta en los coches para reponer los niveles de cebada en nuestros cuerpos ya que habían mermado terriblemente durante toda la mañana. Decir que en concreto a Agus incluso le estaban dando pequeñas convulsiones. Con los pies chorreando puestos al sol a ver si secaban algo terminamos la mañana. Que si, que no digo que no, que muy bonito el campo, que muy verde, que precioso pero que también muy húmedo, lleno de piedras y empinado.

Chuaaaaa, pasarlo bien en El Tiemblo, mostros...

 el Maestro

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Otro punto de vista.

Que bien lo pasemos...!!!

Quedamos ocho amigos (Agustin, Angel, Felipe, Jorge, Juanjo, Luis, Miguel y Roberto) para disfrutar de una mañana de MTB por hoyo de Manzanares, uno de los mejores lugares en nuestra Comunidad. 

Observese que la relacion de asistentes esta hecha por orden alfabetico para no herir susceptibilidades. 

Tras el imperdonable olvido que tuvimos de dejarnos a Angel en el punto de encuentro, al que desde aqui pedimos publicamente que nos perdone y que no nos lo tenga en cuenta, rapidamente preparamos nuestras maquinas y nos pusimos en marcha para desgranar con tremenda habilidad las exigencias del entorno. 

No nos importaban las piedras ni los riachuelos que ibamos encontrando en nuestro camino. 

Nuestro objetivo: subir al balcon del diablo y descender de nuevo por trazados absolutamente trialeros para gozo y regocijo de los asistentes. 

Y asi lo hicimos. Sin despeinarnos si quiera, disfrutamos de una jornada expectacular de MTB XTREAM que a mas de uno hubiera puesto los pelos de punta, pero no a nosotros, intrepidos JOTAS donde los haya. 

La ruta fue dirigida con absoluta destreza y maestria por Jorge y Luis (por riguroso orden alfabetico) que demostraron su gran dominio de la orientacion y conocimiento del lugar. Asi se lo hicimos saber a nuestra llegada a los coches donde les agradecimos su generosidad por guiarnos ya que yo sin lugar a dudas me hubiera perdido entre semejante maraña de encinas, riachuelos y montes. Nos tomamos las cervezas de rigor en un ambiente distentido y coloquial, muy correcto y nos despedimos hasta el domingo siguiente que haremos El Castañar del Tiemblo... continuara...  

el Maestro también