Nada me hizo presagiar lo que se nos venia encima cuando la noche
anterior vi llegar al Chule y a Javi (Venancio) que es que hay muchos
Javis, en un todo terreno, bien entrada la noche, que venían de
inspeccionar la ruta ¿¿¿???
Nueve y cuarto de
la mañana. Las fotos de rigor, el retraso de rigor, mucha ausencia de
Jotas y un total de al menos veinte o veinticinco insensatos, lo que
viene siendo, nos ponemos en marcha con el animo de hacer la
Despeñarrubias clásica, sin variaciones, ja,ja,jaaaaa... pues eso,
insensatos, que parecéis nuevos.
Comenzamos a
buen ritmo para subir y bajar las Boquerillas. Nada digno de reseñar
salvo el magnífico estado del ascenso que no ha estado tan bien en
ninguna de las ediciones, y ya son unas cuantas. Reagrupamiento en
Bonilla, incluso con la Despe chica, que llegan a Bonilla frescos y con
muchas ganas poniendo rumbo al avituallamiento.
Nosotros
ponemos rumbo a la Fuente de la Cueva. Gran ascenso que coronamos con
éxito... y empiezan los cambios. El descenso tradicional es imposible
porque la naturaleza se ha adueñado del sendero de bajada. Es una maraña
de arbustos y zarzas imposible de atravesar por lo que toma las riendas
Javi (Venancio) para acometer el descenso por otro sitio si cabe hasta
mejor... y una mierda¡¡¡¡ Tras atravesar un campo arao y bien arao,
tomamos el sendero de bajada perfectamente trazado y sin perdida, que
sortea los bancales de pinos y nos lleva directamente al
avituallamiento. El que siguió a Javi bien, pero el resto nos perdimos
entre los bancales porque de trazado y bien trazado nada de nada. Allí
quedamos en lo alto del cerro entre pinos y aliagas sin saber por donde
se bajaba. A lo lejos, abajo, muy abajo veíamos el avituallamiento y
como iban llegando Javi y cuatro mas, mientras maldecíamos y
blasfemábamos entre dientes. Milagrosamente, sin saber muy bien como,
bueno si, por el medio del monte, conseguimos llegar abajo y
milagrosamente todos sanos y sin pinchazos en las ruedas.
Avituallamiento
de lujo, donde corrían los bocadillos de chorizo, el queso de la ermita
y la cerveza para unos y los zumitos, el agua y la fruta variada para
otros. A discreción, en abundancia, lo mejor de la mañana.
Mientras
la Despe chica salía para seguir rodando por zonas mas tranquilas y
ciclables nosotros puestos a cambiar ¿porqué no subimos al Viso y nos
tiramos por el camino que llevo cinco años buscando y nunca he
encontrado? Pues sea, con un par de narices.
Subida muy exigente al Viso
del Pinar, que pone en su sitio al que se ha saciado de chorizo y
cerveza. En lo alto coge las riendas Chule... mal rollo... se avecina el
descenso. Entre pinos, ramas, piedras, surcos y yo que sé que más,
comenzamos un vertiginoso descenso (a pie) que hace las delicias de
algunos y que sube el índice VTPC (Vete a Tomar Por Culo) de la ruta de
manera ostensible. Normal que lleve cinco años buscándolo, es que NO
EXISTE, es mentira. Dicho descenso nos deja directamente en el valle y
tras arreglar algún pinchazo decidimos cruzarlo y ascender a Verdelpino,
para bajar al pueblo por el famoso camino de la Falsomera que ya que
han estado arreglándolo este verano, quedaría feo no estrenarlo.
Ascenso
mas que exigente a Verdelpino, con rampas interminables con porcentajes
exagerados que culminamos con éxito, entrando en el pueblo y parando en
sus fuentes a refrescarnos porque llegamos verdaderamente agotados.
Menos mal que ahora viene el descenso al pueblo por el camino de la
Falsomera... y otra mierda¡¡¡¡¡
El tal camino
descender, descender, desciende mas bien poco y arreglado, arreglado,
mas bien poco también. Os explico el arreglo. Unos comenzaron a
arreglarlo por Verdelpino y otros por Caracenilla, de tal manera que el
inicio y el final del camino están perfectamente trazados y
reconocibles, pero a nadie se le ha ocurrido unir los dos extremos por
lo que lo de en medio es versión libre entre aliagas, por la falda de un
monte que si te equivocas ruedas cinco metros para abajo y vuelta a
subir. Al final este descenso se convirtió en lo mas duro de la jornada,
de tal manera que a nuestra llegada a Caracenilla las cervezas corrían
de dos en dos y sin desmontar de la bicicleta.
Jornada
dura, dura, pero entre buena gente, que lo pasamos muy bien, hombre.
Después paella sin las tradicionales moscas que hace que se pierda un
poco el encanto rural de la ruta, pero que se hace bastante más
tranquila. Se agradece. Como colofón y como coincide con la fiesta
original de Caracenilla, noche amenizada en la plaza con orquesta,
hoguera y zurra y después una barbacoa en casa Edu de las que hacen
afición. Osea Jotas, que si no venís por la ruta, teneis que hacerlo por
la paella y sino por la barbacoa. A ver si vais cogiendo el hábito de
esta CLASICA.
Datos curiosos:
- Al
final hicimos un total de 36 Km en cinco horas, que parece mucho tiempo,
pero entre el avituallamiento, pinchazos y lo exigente de la ruta no
está nada mal.... La Despe chica hizo 38 Km... mas que nosotros...
pa´mearse y no caer ni gota, ja,ja,jaaaaa
- Ayer estuve
arreglando mi bicicleta. Dos ruedas absolutamente pinchadas, dos cámaras
nuevas y de veinte a treinta pinchos retirados de las cubiertas. Y eso
que llevaba banda antipinchazos y cámaras con moco verde. Parecían un
colador... pa´tirar, Michelin última generación con protecciones que
parecían cubiertas mas que cámaras... otra mierda¡¡¡¡¡ ja,ja,jaaaaa.
- VTPC muy elevado., Algún día volveremos a la Despeñarrubias clásica de verdad ¿que tal el año que viene?
el Maestro.
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Buena crónica maestro.
ResponderEliminarA mi también me pareció dura la ruta. Pero por las subidas más que por las bajadas jajajaja....
En lo que sí coincido es en que fue un gran día y que se echó de menos a muchos jotas.
Bien, bien publicado... joer, asi da gusto.
ResponderEliminarAnonimo=Maestro
Me gusta mucho como escribe maestro. Bien por ti y todos los demás
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