Comenzamos a rodar y pronto la primera rampa por carretera,
intentando ir todos juntos, pero que era un poco imposible, cerca de mí iban
Jantonio, Jorge, Sergio y Edu… y de los Javieres ni idea.
Arriba en la carretera cogemos el primer desvío por camino,
bajada algo peligrosa, por la cantidad de corredores y principalmente por el
barro deslizante (estuvo toda la noche y parte de la madrugada lloviendo a
cantaros)… bajando perdí a Jantonio y a Jorge, a Sergio le divisaba a los
lejos, Edu vendría un poco atrás… de los Javis seguimos sin tener ni idea.
Llega la bifurcación de carrera, hay que elegir entre hacer
la de 40 o la de 80, estoy un poco jodido, voy sólo y me adelanta todo el
mundo, se me pasa por la cabeza el hacer la de 40, pero pienso que pronto
vendrá el primer avituallamiento y a lo mejor me recupero y engancho con
alguien del grupo, me voy a por la de 80.
Llego al avituallamiento, que era sólo de líquidos, pero que
no tienen cervezas y no veo a nadie conocido, ¡la cosa empieza jodida!, me tomo una botella de acuarius y espero un
poco a haber si llega Edu, pero después de esperar un minuto me entra la duda
de que esté por detrás y decido
continuar la marcha.
Me encuentro algo mejor, y toca llanear o eso parecía,
aprieto la marcha, miro el cuentakilómetros y llevo una media de 20Km, (digo
que no está nada mal), pero que todo el mundo me adelanta y siempre me quedaba
el último… así hasta que llegaba otro grupo que me adelantaba… andaba por la
parte más fácil de la ruta y me estaba reventando, empezamos a subir una cuesta
del copón por carretera hasta llegar al avituallamiento siguiente.
Un poquito antes de llegar al 2º avituallamiento, me pasa el Bocachancla y le pregunto por Edu
y me dice que va por atrás, llego “todo reventao” al avituallamiento y veo a
Sergio, le pregunto si ha llegado a contactar con Jantonio, Jorge y JaviRivas y
me dice que no, que acababa de llegar pero que van muy por delante. Mientras
estamos recuperando veo por primera vez a Raúl, al rato llega Edu y se saluda
con Raúl que no se conocían. Raúl, pregunta por el Bocachancla y le digo que va
por delante, que apenas ni a parado, raudo y veloz Raúl sale a darle caza.
Edu, Sergio y yo nos ponemos hasta la trancas de líquidos y
naranjas… y se nos pasa la idea por la cabeza de abandonar, pero que Sergio
quiere continuar y nos convence, pero ponemos
la condición de ir juntos y
tranquilos... que dijimos que no veníamos a sufrir. Pues bueno, empezamos a
subir despacio, todo el mundo nos adelanta, llevamos más de una hora subiendo y
eso no se terminaba, las bicis parecían una carracas por la falta de aceite,(
habíamos cruzado por varios riachuelos y uno cubría hasta las rodillas), las
piernas que no aguantan y con unos calambrazos que pakeé, te bajabas de la bici
y no podíamos ni andar, osea que no nos queda otra que tumbarnos en el suelo
para descansar, se divisa un pueblo a lo lejos y pensamos que esta vez sí que
abandonamos… llevamos más de cinco minutos tumbaos cuando nos encontramos con
Pedro un amiguete del Camping y nos anima a continuar… continuamos la subida, que cada vez era más dura y Sergio
tira para arriba y le perdemos, Edu y yo atrás subiendo mayormente a pie y
sufriendo que te cagas… está vez sí que abandonamos, gritamos a Sergio para que
se de media vuelta y baje, pero que no nos oye y sólo queda tirar para arriba…
los calambres en las piernas cada vez mas fuertes… hicimos un montón de paradas
y todo el mundo nos pasaba, la gente nos decía si ahora estáis así, ya veréis
cuando llegue lo difícil… vais a caer cómo fruta madura… ¡copón, que
desgraciaooos, vaya animos!..., hasta que por fin subimos arriba del todo y
pensábamos que éramos ya los últimos, pero que aún pasaban más gente y
escuchamos que sólo toca bajar hasta
llegar al siguiente avituallamiento.
Bajada a toda pastilla,
que casi me pego el ostión padre al pillar una rodera con barro, cómo
las bicis hacían más ruido que las maracas de Machín paramos en la carpa de
Macario para lubricar la cadena y nos confirman que ya nos queda muy poquito
para llegar al avituallamiento… sólo un par de kilómetros... ¡copón!
Por fin llegamos al avituallamiento y vemos a Sergio, ¡ya sí
que podemos avisar a alguien que nos recoja y nos lleve en coche!, nos vamos a
sentarnos para dejar las piernas un poco sueltas, nos encontramos a Pedro y
Luis otro amiguete del Camping (mecánico de mammoth) y nos convence para que terminemos la carrera
que ya sólo nos faltan unos 20 km, pero que la mitad es de bajada.
Menos mal que continuamos, porque esta es la parte más
bonita de la carrera, que aunque estábamos reventaos se me hizo muy amena, el
terreno era ya más parecido a las rutas que hacemos con el Chule, se me paso el
cansancio y seguí la rueda de Luis (el mecánico del mammoth), a Edu, Sergio y
Pedro ya no les vi hasta la meta. Lo más
duro en esta zona es subir un costarrón trialero de los imposibles de subir en
bici, (y que vi a uno capaz de casi subirlo entero). Es el mayor costarrón que
he subido con la bici a cuesta, me tuve que parar más de 3 veces porque me
daban calambres. Una vez subido el costarrón,
ya estábamos cerca de Riaza y sólo toca bajar, pero que la organización
pensó en darnos una pequeña vuelta por una trialera llena de piedras, parecida
a la de Colmenar Viejo pero mas estrecha, con una dificultad media y en la que
me di una ostia por culpa del de adelante que freno bruscamente cuando llegó a
la trialera y me lo comí… creo que hay foto, había un fotógrafo
estratégicamente situado y me dijo que me había cazado pero que me dijo que
estuviese tranquilo que no era el único… ¡será cabrón!
A pesar de la ostia, me la hice entera la trialera y
adelanté al cabrón que me hizo caer… sólo quedaban unos pequeños repechos
para entrar por fin en meta con un
fabuloso tiempo de 6H (eso es lo que me ponía mí cronómetro, que es el bueno)
jajaja… ¡que no cuenta las paradas!
Cuando llegué, estaban a la sombra de la carpa: Jorge,
Jantonio, JaviRivas, Raul, Nacho con su novia y Javi bocachancla con unos
amigos, todos contentos y borrachos cómo cubas…
porque llevaban tomando cervezas más de una hora… ¡que cabrones, que
bestias son!
Al poco llegaron Edu y Sergio, estos un poquito menos
contentos pero supongo, como yo, alegres por dentro, con la satisfacción de
haber terminado la carrera.
En resumen una carrera muy dura, pero que al año que viene
me vuelvo a apuntar junto con Juanjo, ya que Edu creo que no va a ir… jajaja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario