A las 9,00 Horas estábamos convocados los Jotastim ,en el club náutico Los Arroyos para ir por los senderos de Mordor. A las 8,50 cuando llegué, junto con Chule y Angel, ya nos estaba esperando Jorge, con los brazos abiertos y una bolsa de churros todavía calientes que nos fuimos comiendo según llegábamos. Enseguida fueron apareciendo Agus, Eduardo, Sergio, Juis y Fabian, estábamos sacando las bicis y felicitándonos el año, cuando aparecen en bici Felipe y su hermano Rober, que venían montados desde Alpedrete, casi ná, solo 10 km.
Gran asistencia a esta convocatoria para empezar el año, éramos 11 los integrantes de la Compañía Jotastim, que sin ningún percance salieron con mucho frío bordeando el pantano de Valmayor, el terreno estaba helado y una niebla que nos acompaño a lo largo del día. Guiados diestramente, como suele ser costumbre por Gandalf(Chule) empezamos por esos senderos rápidos que tanto le gustan y son muy divertidos.
A la media hora, fui a beber un trago de agua de la mochila y no pude, se había congelado el agua y no pasaba por el tubo, las manos nos dolían a rabiar, pero los Jotas se crecen ante las dificultades y nos pusimos a cruzar el río, las piedras estaban heladas y Chule metió un pié en el agua, no sé si le quedará algún dedo o se le abran caído todos de la congelación. El que sí se cayó fue él (gran noticia), aunque como de costumbre yo iba cerrando La Compañía y cuando llegue no vi nada, y encima no hay material gráfico del evento.
Llegamos al embalse donde empiezan los senderos de Mordor, con la gran cascada, el precipicio y la niebla, el paisaje era impresionante. Repusimos fuerzas con las barritas, hicimos las fotos de rigor y nos aventuramos por esos caminos sinuosos. Aquí como es ya habitual se hicieron varios grupos, en el ultimo, del cual yo era integrante, el llamado grupo Talibán, estaba formado por nuestro guía, que se quedo atrás para indicar la rodada a seguir a los medianos (Agus, Edu y Miguel).
Hasta aquí la ruta había sido muy divertida, sendas divertidas, alguna que otra trialera y casi toda cuesta abajo. El ánimo de la Compañía era elevado, incluso se la estaba puntuando con un ocho o nueve. Pero claro si bajas luego tienes que subir, y llegaron las subidas, 4 0 5 km. de subida continua por pistas, Jorge empezó a bajar la puntuación a la ruta según subía, 5, luego 4, incluso llegó al 3. Las piernas empezaban a pesar y la hora se nos echaba encima, la una y todavía quedaban 12 o 13 km. ¡y de subida!, pero nadie se quejó (aquí fue cuando se noto la ausencia de Juanjo) o es que ya no nos quedaban fuerzas.
Cuando estábamos llegando Gandalf (como buen mago) se sacó una trialera de la manga para subir la puntuación de la ruta y esta se quedo en un aprobado. A las 14,15 horas llegamos a los coches con 43 km en las piernas (algunos mas).
Un ágape rápido y corriendo para casa.
Miguel.
Ya de por sí Mordor es un sitio inhóspito, pero con la niebla adquirió un aire aún mas tenebroso.
ResponderEliminarMenos mal que iba en el grupo Talibán y los orcos ni se atrevieron a asomar el morro...