Por sorpresa el día amaneció despejado
y frío pero no tanto cómo esperábamos, el viento se calmó y
el sol salió con fuerza, lo peor la media hora de diluvio "universal" que cayó
por la noche y que dejó los caminos embarrados, había zonas
inciclables con muchísimo barro "caracenillero" pero cómo
íbamos guiados por JaviRivas llamado el Zorro, pues eso anduvo
"zorro" y nos eludió las zonas embarradas.
A las 9:00 quedamos Miguel y yo con JaviRivas, su
hijo Jaime y su vecino Pepe. Y a las 9:15 estábamos dando pedales por
las calles de Rivas para subir a lo que llaman el cerro del
telégrafo.
Al principio, el ritmo fue tranquilo cosa que se
agradece muchísimo, pero cuando llegamos a la zona de los cortados dimos un
poco más de caña para entrar en calor y sudar un poco... decir que Javi y
Miguel se van pareciendo al Alkalde, no aguantan que nadie vaya por delante
de ellos, cada vez que me ponía delante salían a darme caza y a dejarme atrás...
¡que jodios!
De vez en cuando parábamos para esperar a Pepe y sacar
algunas fotos. Dimos una vuelta turística a la
laguna y a la de volver Pepe nos
abandona dejándonos a los tres solos subiendo otra vez los cortados, pero esta
vez aún más rápido al sprint diciendo eso de "mariquita el
último" acabando los tres con la lengua fuera y con 32 km. en las
piernas.
Llegamos a las 12:15, con el tiempo
suficiente para lavar las bicis y de tomar unas cervezas tranquilamente en
casa de Javi, allí nos esperaba Jaime que nos contó toda su odisea por
encontrarnos, parece que se quedó atrapado en el barro caracenillero y
decidió regresar a casa, y cómo tampoco llevaba llave tuvo que saltar
la tapia liándola parda ... ¡todo un caso!... para la próxima seguro que se
acordará de coger el móvil y también las llaves, jajaja.... y sobre las
12:45 Miguel y yo nos fuimos que teníamos que regresar pronto a
casa.
¡CHUA!
Centella.
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