domingo, 13 de enero de 2013

13-01-2013 Cortados de Rivas

Por sorpresa el día amaneció despejado y frío pero no tanto cómo esperábamos, el viento se calmó y el sol salió con fuerza, lo peor la media hora de diluvio "universal" que cayó por la noche y que dejó los caminos embarrados, había zonas inciclables con muchísimo barro "caracenillero" pero cómo íbamos guiados por JaviRivas llamado el Zorro,  pues eso anduvo "zorro" y nos eludió las zonas embarradas.
A las 9:00 quedamos Miguel y yo con JaviRivas, su hijo Jaime y su vecino Pepe. Y a las 9:15 estábamos dando pedales por las calles de Rivas para subir a lo que llaman el cerro del telégrafo.
Por fin, Jaime tras recuperarse de su apendicitis estrenaba la Camber,  "muy bonita", aunque el estreno le duro poco, al eludir la zona embarrada volvimos a pasar por Rivas y en una rotonda por arte de magia desapareció. Le buscamos y le esperamos pero como no llevaba móvil no dimos con él... a la media hora llamó que había vuelto a casa y ya tranquilos reanudamos la marcha. Aviso a navegantes muy importante, llevaros el móvil por lo que pueda pasar!!
Al principio, el ritmo fue tranquilo cosa que se agradece muchísimo, pero cuando llegamos a la zona de los cortados dimos un poco más de caña para entrar en calor y sudar un poco... decir que Javi y Miguel se van pareciendo al Alkalde, no aguantan que nadie vaya por delante de ellos, cada vez que me ponía delante salían a darme caza y a dejarme atrás... ¡que jodios! 
De vez en cuando parábamos para esperar a Pepe y sacar algunas fotos. Dimos una vuelta turística a la laguna y a la de volver Pepe nos abandona dejándonos a los tres solos subiendo otra vez los cortados, pero esta vez aún más rápido al sprint diciendo eso de  "mariquita el último" acabando los tres con la lengua fuera y con 32 km. en las piernas.
Llegamos a las 12:15, con el tiempo suficiente para lavar las bicis y de tomar unas cervezas tranquilamente en casa de Javi, allí nos esperaba Jaime que nos contó toda su odisea por encontrarnos, parece que se quedó atrapado en el barro caracenillero y decidió regresar a casa, y cómo tampoco llevaba llave tuvo que saltar la tapia liándola parda ... ¡todo un caso!... para la próxima seguro que se acordará de coger el móvil y también las llaves, jajaja.... y sobre las 12:45 Miguel y yo nos fuimos que teníamos que regresar pronto a casa.
¡CHUA!
Centella.
Fotos de Agus y Javi

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