Mañana nublada y lluviosa que amenazaba con
fastidiarnos el día, pero ni por esas fallamos. En la BP, bajo la
lluvia, nos dimos cita tres JOTAS: Chule, Agus y Juanjo, con el único
objetivo de hacer una ruta histórica, en condiciones históricas y en un
tiempo histórico, batiendo todos los registros marcados en ediciones
anteriores.
Nos dirigimos al extremo
septentrional del término municipal de Madrid, prácticamente en la linde
con Colmenar Viejo. Aquí se encuentra el Puente de la Marmota, que fue
levantado a mediados del siglo XVIII sobre las aguas del río Manzanares,
junto a la tapia del Monte de El Pardo.
Lo
primero que sorprende de esta construcción es su nombre. ¿Cómo es
posible que se llame así, cuando no hay una sola marmota en muchos
kilómetros a la redonda? Pues yo os lo voy a contar, hombre. Realmente
se trata de una degeneración del término 'mamotar', con el que era
conocido un cerro cercano al puente, Cabeza de Mamotar, con forma de
'mama' femenina. Uyhhh.
El puente se construyó
para dar continuidad a la valla de El Pardo. Se eleva sobre un cañón
natural, justo donde el Manzanares abandona la rampa de la sierra y se
adentra en las llanuras arenosas de la meseta. Hoy día este desfiladero
se encuentra anegado por la cola del Embalse de El Pardo, inaugurado en
1970.
Recientemente ha sido restaurado. El
paraje que rodea el puente tiene mucha pendiente y está escarpado, por
lo que resultaba imposible introducir el material de obra y retirar la
arena con cualquier vehículo de tierra. El Ejército no dudó en prestar
su fuerza «armada» para ayudar a reparar esta joya histórica. En primer
lugar se introducen en el área las excavadoras y los materiales
necesarios (cubos, palas...) con un helicóptero de transporte de carga
pesada —un Chinook— de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra.
Después han sido «evacuados» de la zona, de dos en dos, unos 60 sacos
con la arena retirada del petril (se acumulaba hasta un metro) para
llevarla a una cantera cercana. Así es el entorno. Y nosotros con unas
tristes bicicletas.
Pues allí llegamos
nosotros. Tres horas después del comienzo de la ruta. Tras doscientos
quince special track, cuatrocientas siete trialeras de subida ¿¿?? mil
ochocientas dieciséis trialeras de bajada, a cual peor... trescientos
siete ríos y riachuelos vadeados y con las fuerzas ya justitas,
preguntándonos: si hemos tardado tres horas en venir... cuanto vamos a
tardar en volver...??? ...a la una en los coches...??? NI DE COÑA!!!!!
¿La
ruta histórica? La hicimos. En el puente nos encontramos a unos que
estaban haciendo unas fotos a su bici para venderla. ¿Pero no pueden
hacer las fotos en el Retiro? ¿y cuando haga sol? Que lucirá mejor. Hay
que ser gilipollas...!!!!
¿En condiciones
históricas? Bueno... a medias... unos mas que otros. El tiempo nos
respetó. En cuanto llegamos a Colmenar Viejo y descargamos las
bicicletas, dejó de llover. Y ya no lo hizo mas hasta que terminamos las
cervezas y nos montamos en los coches de vuelta para casa... eso es
respetarnos y de que manera. Y lo agradecimos. Pero esto no quiere decir
nada. Secos, lo que
se dice secos, no fuimos. El primer riachuelo que vadeamos hizo que la bicicleta de Agus rebuznara cada vez que frenaba, como la del Maestro hace tiempo, ¿recordáis? Que iba levantando la caza a los cazadores y avisando de nuestra presencia para que no nos pegaran un tiro... hasta tocaba el himno del Madri!!!! Pero el segundo riachuelo se lo tragó. Hincó el hocico en tol´medio del riachuelo, riachuelo que llevaba unas aguas limpias, cristalinas y frías a partes iguales, que lo sé porque también las caté, que no me hice unos largos como Agus pero las zapatillas se me limpiaron en ese río... bueno, en ese y en unos cuantos mas, que también tuve, tuvimos, el placer de catar. Después, y bajando una trialera de tantas, el intrépido Agus protagonizó la caída de la jornada, rodando por los suelos, dejando la croqueta perfectamente rebozada.
se dice secos, no fuimos. El primer riachuelo que vadeamos hizo que la bicicleta de Agus rebuznara cada vez que frenaba, como la del Maestro hace tiempo, ¿recordáis? Que iba levantando la caza a los cazadores y avisando de nuestra presencia para que no nos pegaran un tiro... hasta tocaba el himno del Madri!!!! Pero el segundo riachuelo se lo tragó. Hincó el hocico en tol´medio del riachuelo, riachuelo que llevaba unas aguas limpias, cristalinas y frías a partes iguales, que lo sé porque también las caté, que no me hice unos largos como Agus pero las zapatillas se me limpiaron en ese río... bueno, en ese y en unos cuantos mas, que también tuve, tuvimos, el placer de catar. Después, y bajando una trialera de tantas, el intrépido Agus protagonizó la caída de la jornada, rodando por los suelos, dejando la croqueta perfectamente rebozada.
¿En un tiempo histórico? Pues no.
Tres horas para ir y casi dos para volver, hicieron que a las dos menos
cuarto estuviéramos en los coches de vuelta... lo que viene siendo, que
la Marmota es la Marmota y lleva su tiempo, nos pongamos como nos
pongamos.
Pero que no me desagradó como la otra
vez. Sí, tiene su aquel tanto pa´subir como pa´bajar, mucho para tirar
de fuerza, técnica y equilibrio, cosas de las que ando escaso, pero que
no sé porque la había cogido yo tanto desapego... es mala pero no para
decir nunca mas!!! En el 2025 la haremos de nuevo. Se me vayan
enumerandoseme...
Eeeeehhhh, perfectamente
guiada por nuestro Ingeniero, y no por aprendices, que a las malas
valen, pero donde este un profesional... gracias Chule!!! No le hicimos
caso, tiramos Agus y yo por un camino, paralelo al suyo, aparentemente
mas sencillo, y que iba a dos metros y acabamos bajando por una pared de
cuatro o cinco metros... NO LE PERDAIS DE VISTA NUNCA!!!
Pues eso es todo, que ya esta bien de rollete..
el Maestro
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