martes, 25 de marzo de 2014

23-03-2014 Soto de Viñuelas


Gran jornada de domingo. Nos juntamos para celebrar el cumpleaños de nuestro Ingeniero. El no vino, pero nosotros brindamos por él como si estuviese allí, con nosotros. No faltó la cerveza ni el vino. Hasta Mixtas teníamos, no sé porque, pero las teníamos. Le llamamos por teléfono a las nueve de la mañana para felicitarle pero, claro, no nos contestó. Lo único que hizo, seguro, fue acordarse de nosotros y blasfemar algún improperio al unísono con la melodía de su móvil. FELICIDADES CHULE...!!!!!!!

Con los coches a buen recaudo, los dejamos en la BP, donde, creo, nos van a acordonar en cualquier momento un espacio cada domingo con exclusividad absoluta para los JOTASTIM, yo personalmente, no he estado en una gasolinera tantas veces en mi vida y mucho menos para no echar ni un solo litro. Con los coches a buen recaudo, decía, nos fuimos a hacer una rutita clásica, como las de antes, sin alardes de ningún tipo, ni subiendo, ni bajando, pero una rutita completita de rodar y rodar y currarte y currarte, disfrutando con el entorno, los amigos y las sorpresas que de cuando en cuando te depara el camino... o vereda... o senda... o surquillo... o ni eso.


Nos juntamos allí un asiduo, Agus, un semi, Jorge, y tres temporeros Jantonio, Carlos y Juanjo, con el único objetivo de disfrutar y recuperar algunas JOTAS que se nos están cayendo a pares. El degradado de la espalda no es ningún capricho, tiene su significado. Los de la versión 2.0 nunca sabrán lo que jode que te quiten una JOTA.

El Soto de Viñuelas es un encinar adehesado situado al norte de Madrid. Se trata de una finca vallada, de unas tres mil hectáreas, que reúne importantes valores ecológicos, paisajísticos y artísticos. Forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, el espacio natural protegido de mayor superficie de la región. Pero allí no estuvimos, no.
La finca en cuestión era propiedad en el siglo XVI de Carlos I, pasando por muy diferentes propietarios hasta que en 1751 la Corona Española se hizo con su propiedad a instancias de Fernando VI. Felipe V pasaba grandes temporadas en este lugar, atraído por su riqueza cinegética... a cazar, ná más que a cazar iba el tío.

Ya en el siglo XX, durante la Guerra Civil, sirvió de cuartel general al Ejército Republicano y tras la contienda sirvió como residencia de Francisco Franco mientras se acondicionaba el Palacio Real de El Pardo para su residencia definitiva. Pero nosotros lo único que hemos visto de todo la finca es su valla... kilómetros y kilómetros de valla. Siempre a nuestra derecha. Que larga que es, no os podéis hacer idea.

El paraje está surcado por el arroyo de Viñuelas, afluente del rio Jarama. El terreno es muy erosionable debido a su composición arenosa. Por su proximidad, presenta básicamente las mismas características geomorfológicas que El Pardo: terreno arenoso, que drena muy bien y que es idóneo para las temporadas invernales húmedas donde andamos buscando alternativas a las sufridas cuestas, costarrones y pedregales del ingrato Hoyo.

El encinar adehesado y las fresnedas constituyen su vegetación principal. El venado, el jabalí y la perdiz se unen a su importante fauna avícola entre la que destaca el águila imperial... Pues ni un bicho de estos nos encontramos... pues claro, si íbamos por fuera, que vamos a ver...¡¡¡¡
40 kilómetros nos hicimos, pues 40 kilómetros de valla tiene la finca. Los 655 metros de desnivel acumulado que tiene la ruta dan para mucho con subidas pesadas y bajadas trepidantes, senderos sinuosos y rápidos y grietas o surcos infernales. 

Hasta en dos ocasiones cruzamos el carril bici entre alaridos, quejidos y quebrantos de unos y regocijo de otros, que miraban como discurría paralelo a nuestro incomodo transitar. Jantonio decidió que lo mismo haciendo un doble mortal aparecería en el carril bici, pero la realidad fue otra, la realidad era que estaba en un costarron con unas pedrolas enormes y su costillar impactado contra ellas sin remisión.

Corría el minuto uno y ya habíamos tenido una caída. Era la excusa perfecta para hacer una parada que hacía presagiar lo que iba a dar de sí la jornada: Ganas de pedalear... las justas, de descojonarse... bastantes y de parar y charlar... TODAS¡¡¡¡¡

Paradas que se sucedían sin motivo alguno aparente porque no tuvimos caídas, quitando la de Antonio que no fue nada. Ni averías, ni pinchazos, ni incidencia alguna digna de reseñar... nada de nada. Cualquier excusa era buena para parar. Paramos incluso para ver un video que había mandado Alex por el guasa... que ya lo habíamos visto todos... INCREIBLE¡¡¡¡¡ Paradas en el KM 1, en el 11, en el 12, en el 34 y dos en el 39...,vamos, que fuimos muy a gusto y relajados hasta que comenzó una subida tendida pero interminable donde Carlos se nos vino abajo, sufriendo lo suyo.

Pero que a las 12:15  llegamos a los coches y se le pasaron todos los males.

Muy bien, muy bien... me gustó mucho.



el Maestro







Galeria de Fotos 46Análisis IBPindex

3 comentarios:

  1. Juanjo cómo siempre da gusto leerte, pedazo de imaginación y que bien lo cuentas todo, si de pequeño te hubiera tenido de Maestro no me hubieran cateado en geografía e historia, jajaja... espero que vengas más a las rutas paque escribas más... (cómo me gustaría leer una crónica tuya de la marmotaXtreme, sería la hostia!!..jajaja)

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  2. Jajajaja muy buena Maestro, encima con clase de historia incluida. Para mi la ruta estuvo de puta madre. Ruta de dar pedales, hacer km. y sudar. Lo peor, el ágape con olor a "super" del BMW de 1965 de dos chavalitas de 82 años que aparcaron al lado para tomarse algo. ¡¡¡¡¡Qué culito tenian!!!!! chuaaa

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  3. Gracias por las felicitaciones, yo tambièn me acordè de vosotros cabroness!!
    Un placer verte por estos lares Maestro, que pena que no coincidamos en las rutas.

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